viernes, 30 de marzo de 2012

LA ESENCIA, EL EGO Y LA PERSONALIDAD

ARTICULO 01: 

 Lo que hace bello y adorable a todo niño recién nacido es su Esencia; ésta constituye en sí misma su verdadera realidad...
El normal crecimiento de la Esencia en toda criatura, ciertamente es muy residual, incipiente...
El cuerpo humano crece y se desarrolla de acuerdo con las leyes biológicas de la especie, sin embargo tales posibilidades resultan por sí mismas muy limitadas para la Esencia...
Incuestionablemente la Esencia sólo puede crecer por sí misma sin ayuda, en pequeñísimo grado...
Hablando francamente y sin ambages diremos que el crecimiento espontáneo y natural de la Esencia, sólo es posible durante los primeros tres, cuatro y cinco años de edad, es decir, en la primera etapa de la vida...
La gente piensa que el crecimiento y desarrollo de la Esencia se realiza siempre en forma continua, de acuerdo con la mecánica de la evolución, más el Gnosticismo Universal enseña claramente que esto no ocurre así...
Con el fin de que la Esencia crezca más, algo muy especial debe suceder, algo nuevo hay que realizar...
Quiero referirme en forma enfática al trabajo sobre sí mismo. El desarrollo de la Esencia únicamente es posible a base de "trabajos conscientes y padecimientos voluntarios"...
Es necesario comprender que estos trabajos no se refieren a cuestiones de profesión, bancos, carpintería, albañilería, arreglo de líneas férreas o asuntos de oficina ...
Este trabajo es para toda persona que ha desarrollado la personalidad; se trata de algo psicológico...
Todos nosotros sabemos que tenemos dentro de sí mismos eso que se llama "ego", "mi mismo", "si mismo"...
Desgraciadamente la Esencia se encuentra embotellada, enfrascada, entre el Ego y esto es lamentable...
Disolver el "yo psicológico", desintegrar sus elementos indeseables, es urgente, inaplazable, impostergable... Este es el sentido del trabajo sobre sí mismo.
Nunca podríamos libertar la Esencia sin desintegrar previamente el "yo psicológico"...
En la Esencia está la Religión, el Buddha, la Sabiduría, las partículas de dolor de nuestro Padre que está en los cielos y todos los datos que necesitamos para la Autorrealización Intima del Ser.
Nadie podría aniquilar el "yo psicológico" sin eliminar previamente los elementos inhumanos que llevamos dentro...
Necesitamos reducir a cenizas la crueldad monstruosa de estos tiempos; la envidia que desgraciadamente ha venido a convertirse en el resorte secreto de la acción; la codicia insoportable que ha vuelto la vida tan amarga; la asqueante maledicencia; la calumnia que tantas tragedias origina; las borracheras; la inmunda lujuria que huele tan feo; etc., etc., etc...
A medida que todas esas abominaciones se van reduciendo a polvareda cósmica, la Esencia además de emanciparse, crecerá y se desarrollará armoniosamente...
Incuestionablemente cuando el "yo psicológico" ha muerto, resplandece en nosotros la Esencia.
La Esencia libre nos confiere belleza íntima; de tal belleza emanan la felicidad perfecta y el verdadero Amor...
La Esencia posee múltiples sentidos de perfección y extraordinarios poderes naturales...
Cuando "morimos en sí mismos", cuando disolvemos el "yo psicológico", gozamos de los preciosos sentidos y poderes de la esencia.



ARTICULO 02: LOS DIFERENTES YOES
El mamífero racional equivocadamente llamado hombre, realmente no posee una individualidad definida.
Incuestionablemente esta falta de unidad psicológica en el humanoide, es la causa de tantas dificultades y amarguras.
El cuerpo físico es una unidad completa y trabaja como un todo orgánico, a menos de estar enfermo.
Empero, la vida interior del humanoide en modo alguno es una unidad psicológica.
Lo más grave de todo esto, a despecho de lo que digan las diversas escuelas de tipo seudo-esotérico y seudo-ocultista, es la ausencia de organización psicológica en el fondo mismo de cada sujeto.
Ciertamente en tales condiciones, no existe trabajo armonioso como un todo, en la vida interior de las personas.
El humanoide, respecto de su estado interior, es una multiplicidad psicológica, una suma de "yoes".
Los ignorantes ilustrados de esta época tenebrosa, le rinden culto al "yo", lo endiosan, lo ponen en los altares, lo llaman "alter ego""yo superior""yo divino", etc., etc., etc.
No quieren darse cuenta los "sabiondos" de esta edad negra en que vivimos, que "yo superior" o "yo inferior", son dos secciones del mismo Ego pluralizado...
El humanoide no tiene ciertamente un "Yo permanente" sino una multitud de diferentes "yoes" infrahumanos y absurdos.
El pobre animal intelectual equivocadamente llamado hombre, es semejante a una casa en desorden donde en vez de un amo, existen muchos criados que quieren siempre mandar y hacer lo que les viene en gana...
El mayor error del pseudo-esoterismo y pseudo ocultismo barato, es suponer que los otros poseen o que se tiene un "Yo permanente e inmutable" sin principio y sin fin...
Si esos que así piensan despertaran consciencia aunque fuese por un instante, podrían evidenciar claramente por sí mismos, que el humanoide racional nunca es el mismo por mucho tiempo...
El mamífero intelectual desde el punto de vista psicológico, está cambiando continuamente...
Pensar que si una persona se llama Luis es siempre Luis, resulta algo así como una broma de muy mal gusto...
Ese sujeto a quien se llama Luis tiene en sí mismo otros "yoes", otros egos, que se expresan a través de su personalidad en diferentes momentos y aunque Luis no guste de la codicia, otro "yo" en él -llamémosle Pepe- gusta de la codicia y así sucesivamente...
Ninguna persona es la misma en forma continua, realmente no se necesita ser muy sabio como para darse cuenta cabal de los innumerables cambios y contradicciones de cada sujeto...
Suponer que alguien posee un "Yo permanente e inmutable" equivale desde luego a un abuso para con el prójimo y para consigo mismo...
Dentro de cada persona viven muchas personas, muchos "yoes", esto lo puede verificar por sí mismo y en forma directa, cualquier persona despierta, consciente...




ARTICULO 04: EL QUERIDO EGO
Como quiera que superior e inferior son dos secciones de una misma cosa, no está de más sentar el siguiente corolario: "yo superior" o "yo inferior" son dos aspectos del mismo Ego tenebroso y pluralizado.
El denominado "yo divino" o "yo superior", "alter ego" o algo por el estilo, es ciertamente una triquiñuela del "mi mismo", una forma de autoengaño.
Cuando el "yo" quiere continuar aquí y en el más allá, se autoengaña con el falso concepto de un "Yo Divino Inmortal"...
Ninguno de nosotros tiene un "Yo" verdadero, permanente, inmutable, eterno, inefable, etc., etc., etc.
Ninguno de nosotros tiene en verdad una verdadera y auténtica Unidad de Ser; desafortunadamente ni siquiera poseemos una legítima individualidad.
El Ego aunque continúa más allá del sepulcro, tiene sin embargo un principio y un fin.
El Ego, el "yo", nunca es algo individual, unitario, unitotal. Obviamente el "yo" es "yoes".
En el Tíbet Oriental a los "yoes" se les denomina "agregados psíquicos" o simplemente valores, sean estos últimos positivos o negativos.
Si pensamos en cada "yo" como una persona diferente, podemos aseverar en forma enfática lo siguiente: "Dentro de cada persona que vive en el mundo, existen muchas personas".
Incuestionablemente dentro de cada uno de nosotros viven muchísimas personas diferentes, algunas mejores, otras peores...
Cada uno de estos "yoes", cada una de estas personas, lucha por la supremacía, quiere ser exclusiva, controla el cerebro intelectual o los centros emocional y motor cada vez que puede, mientras otro lo desplaza...
La doctrina de los muchos "yoes" fue enseñada en el Tíbet Oriental por los verdaderos clarividentes, por los auténticos iluminados...
Cada uno de nuestros defectos psicológicos está personificado en tal o cual "yo". Como quiera que tenemos millares y hasta millones de defectos, ostensiblemente vive mucha gente en nuestro interior.
En cuestiones psicológicas hemos podido evidenciar claramente que los sujetos paranoicos, ególatras y mitómanos, por nada de la vida abandonarían el culto al querido Ego.
Incuestionablemente tales gentes odian mortalmente la doctrina de los muchos "yoes".
Cuando uno de verdad quiere conocerse a sí mismo, debe auto-observarse y tratar de conocer los diferentes "yoes" que están metidos dentro de la personalidad.
Si alguno de nuestros lectores no comprende todavía esta doctrina de los muchos "yoes", se debe exclusivamente a la falta de práctica en materia de auto-observación.
A medida que uno practica la auto-observación interior, va descubriendo por sí mismo a muchas gentes, a muchos "yoes", que viven dentro de nuestra propia personalidad.
Quienes niegan la doctrina de los muchos yoes, quienes adoran a un "yo divino", indubitablemente jamás se han auto-observado seriamente. Hablando esta vez en estilo socrático diremos que esas gentes no sólo ignoran sino además ignoran que ignoran.
Ciertamente jamás podríamos conocernos a sí mismos, sin la auto-observación seria y profunda.
En tanto un sujeto cualquiera siga considerándose como Uno, es claro que cualquier cambio interior será algo más que imposible.

viernes, 23 de marzo de 2012

EVOLUCIÓN E INVOLUCIÓN


"Ciertamente la Evolución y su hermana gemela la Involución, son dos Leyes Mecánicas que se procesan simultáneamente en todo lo creado, esas dos leyes existen y en ellas se fundamenta toda la mecánica de la Naturaleza. Negar esas dos leyes sería el colmo del absurdo.
Empero, lo malo, lo equivocado, es atribuirle a estas dos leyes factores que no tienen. Es falso, de toda falsedad creer que por medio de la Evolución llegaremos a la autorrealización Íntima. Los hechos son hechos y ante los hechos tenemos que rendirnos.
Hace más de dieciocho millones de años que estamos evolucionando en sexos separados y sin embargo hoy en vez de ser mejores, nos hemos vuelto terriblemente perversos".
"Qué más pruebas queremos contra los fanáticos del Dogma Evolutivo?. Las leyes de la Evolución y de la Involución son el Eje de la Naturaleza pero no son el camino de la Autorrealización. Muchas especies son el resultado dela Evolución y muchas otras especies lo son de la Involución, eso es todo".
"Estas son las tres líneas perfectamente definidas de la Revolución de la Conciencia. Tenemos que trabajar con estos tres factores básicos, si es que realmente queremos sinceramente la autorrealización a fondo."
"Todo Evoluciona e involuciona, sube y baja, crece y decrece, va y viene, fluye y refluye; en todo existe una sístole y una diástole, de acuerdo con la Ley del Péndulo".
"La autorrealización Íntima del hombre no puede ser jamás el producto de ninguna Ley Mecánica, sino el resultado de un trabajo consciente, hecho sobre sí mismo y dentro de Sí Mismo, a base de Tremendos Super-Esfuerzos, comprensión de fondo y sufrimientos intencionales y voluntarios".

"Escrito está que a todo ser humano se le asignan ciento ocho vidas para que se auto-realice. A muchas personas se les está venciendo el tiempo. Quien no se auto-realiza dentro de su tiempo señalado, deja de nacer para ingresar a los mundos infiernos".

"En apoyo de la Ley de la Involución o retroceso, viene Bhagavad Guita diciendo: A ellos, los malvados, crueles y desagradables, les arrojo, perpetuamente en los vientres ASÚRICOS, (demoníacos), para que nazcan en estos mundos" (Mundos Infiernos).

"Es urgente recordar que el collar del Buddha tiene ciento ocho cuentas, todo esto nos invita a reflexionar sobre ciento ocho vidas que le son asignadas al Ser Humano".

"La Involución Infernal es un caer hacia atrás, hacia el pasado, pasando por todos los estados animales, vegetales, y minerales a través de sufrimientos espantosos".

"La última etapa de la Involución Infernal es el estado fósil, después viene la desintegración de los perdidos".

"Lo único que se salva de toda esa tragedia, lo único que no e desintegra es la esencia, el Buddhata, esa fracción de Alma Humana que el pobre Animal Intelectual carga dentro de sus Cuerpos Lunares".

"La Involución en los Mundos Infiernos tiene precisamente por objeto liberar al Buddhata, el Alma Humana, para que desde el Caos Original reinicie su ascenso Evolutivo por las escalas mineral, vegetal, animal, hasta alcanzar el nivel de Animal Intelectual equivocadamente llamado Hombre".

"El tiempo en los Mundos infiernos del Reino Mineral sumergido, es espantosamente lento y aburridor; cada cien años espantosamente largos en esos Infiernos Atómicos de la naturaleza, se paga cierta cantidad de Karma."

"Después de la muerte del cuerpo físico, todo ser humano después de revisar la vida que acaba de pasar, es Juzgado por los Señores del Karma. Los perdidos ingresan a los Mundos Infiernos después de haber sido puestas sus obras buenas y malas en la balanza de la Justicia Cósmica".

"La Ley de la Balanza, la Ley terrible del Karma, gobierna todo lo creado. Toda causa se convierte en efecto y todo efecto se transforma en causa".

"Modificando la causa se modifica el efecto. Haced buenas obras para que pagues tus deudas. Al león de la ley se combate con la balanza. Si el platillo de las malas obras pesa más, os aconsejo aumentar el peso en el platillo de las buenas obras, así inclinaréis la balanza a vuestro favor."

"Realmente el Ego lunar retorna, se reincorpora, penetra en una nueva matriz, pero eso no se puede llamar reencarnación; hablando con precisión diremos que eso es retorno".

"La Línea Espiral , es la línea de la vida y cada vida se repite ya en espiras más elevadas evolutivas o ya en espiras más bajas involutivas".

"El Dhammapada dice: De entre los hombres pocos son los que alcanzan la otra orilla. Los demás andan en esta orilla, corriendo de un lado para otro".

"Jesús el Cristo dice: De mil que me buscan uno me encuentra, de mil que me encuentran, uno me sigue, de mil que me siguen, uno es mío".

"El Bhagavad Guita dice: Entre miles de hombres, tal vez uno intenta llegar a la perfección; entre los que intentan posiblemente, uno logra la perfección y entre los perfectos, quizás uno me conoce perfectamente".

"El Divino Rabí de Galilea nunca dijo que la Ley de la evolución llevaría a todos los seres humanos a la perfección. Jesús, en los cuatro evangelios pone énfasis en la dificultad para entrar al reino".

"Esforzáos a entrar por la puerta angosta, porque os digo que muchos procurarán entrar y no podrán (Jesús)".

"El Cristo Jesús nunca dijo que la Ley de la evolución llevaría a todos los seres humanos a la meta final".

"Necesitamos hacernos conscientes de nuestro propio Karma y eso sólo es posible mediante el estado de alerta novedad".

"Todo momento de alegría o dolor debe ser continuado en meditación con mente quieta y en profundo silencio. El resultado viene a ser la experimentación del mismo suceso en una vida anterior. Entonces hacemos conciencia de la causa del hecho, ya sea ésta agradable o desagradable".

"En el Templo de Anubis y sus cuarenta y dos Jueces, EL iniciado puede estudiar su propio libro".

"Anubis es el Supremo regente del Karma. El Templo de Anubis se encuentra en el mundo Molecular, llamado por mucha gente: Mundo Astral".

"He aquí la formulación: todas las cosas que existen en el mundo caen hacia el fondo, para cualquier parte del Universo, es su estabilidad más próxima y dicha estabilidad es el lugar o punto sobre la cual convergen todas las líneas de fuerza proveniente de todas direcciones". "Los Centros de todos los soles.... no son sino los puntos inferiores de aquellas regiones del espacio, hacia las cuales tienden definitivamente las fuerzas provenientes de todas direcciones".

"En el centro de estabilidad planetaria se encuentran y equilibran recíprocamente las fuerzas involutivas y evolutivas de la naturaleza".

"Gira la rueda del Samsara: por el lado derecho asciende Anubis evolucionante y por el lado izquierdo desciende Tiphon involucionante". "La estadía dentro del estado Humanoide Intelectivo es algo demasiado relativo y circunstancial".

"Después de cada época humanoide, de acuerdo con las leyes del tiempo, espacio y movimiento, gira inevitablemente la rueda del Arcano diez del Tarot; entonces resulta palmario y manifiesto que las oleadas de vida involucionante descienden en el reino mineral sumergido hacia el centro de estabilidad planetaria, para re-ascender Evolutivamente un poco más tarde".

"Como quiera que la Esencia está embotellada entre el Ego, la disolución de este último se hace indispensable a fin de que aquella se libere".

"En el Centro de estabilidad planetaria, se restaura la prístina pureza original de toda Esencia".

"Tres mil veces gira la rueda del Samsara, comprender esto, captar su honda significación, es indispensable e inaplazable si es que realmente anhelamos la liberación final".

"Es indudable que después de la última vuelta de la rueda las puertas se cierran. Cuando esto último sucede, entonces la Mónada, la chispa inmortal, nuestro Real Ser, recoge su Esencia y sus principios para absorberse definitivamente entre el seno del Espíritu Universal de Vida (El Supremo Parabrahatman)."

"Muy pocas son las Mónadas Divinales o Chispas Virginales que realmente quieren la Maestría". "Cuando una Mónada cualquiera anhela ciertamente la Maestría es incuestionable que la consigue trabajando intensivamente a su Esencia".

"Toda Esencia íntimamente trabajada desde adentro por su Mónada Divina, es muy fácil reconocerla en el mundo de las formas densas. Ese es el caso concreto de cualquier persona con grandes inquietudes espirituales".

"Pequeñísimas criaturas inocentes, destellos de la Divinidad sin autorrealización, seres felices pero sin Maestría. Incuestionablemente, tales mónadas divinas ven a los Maestros en la misma forma en que las hormigas ven a los hombres".

"Los basamentos científicos de la Evolución son: "

"Las Teorías nebulares sobre el origen del Universo, con todas sus innumerables alteraciones, modificaciones, adiciones, restricciones, etc., que realmente nada cambian en la original concepción errónea del proceso mecánico de construcción ; y segundo, la caprichosa Teoría de Darwin sobre el origen de las especies con todas sus correcciones y cambios posteriores.".

"En cuestión de concepciones nebulares hay mucho que comentar y sobre el origen del Universo se ha inventado por estos tiempos muy ingeniosas teorías, pero todo eso son puras especulaciones fantásticas sin comprobación alguna, juegos de la mente, tonterías. Evolución y transformación de las especies en el sentido Darwinista, se fundamenta en hechos seleccionados artificialmente, para probar la teoría, se recurre a la Anatomía comparada, a la Morfología, a la Embriología, a la Paleontología, etc., pero cada década niega los hechos de la década anterior y los sustituye por nuevos hechos, pero la teoría permanece inconmovible".

"La mente humana está por estos tiempos modernos ya tan degenerada que hasta se ha hecho incapaz de comprender el proceso inverso involutivo, en gran escala. La mente de los eruditos está tan embotellada en el dogma de la evolución que sólo sabe pensar en función de su propio embotellamiento...... y a los fenómenos de destrucción, decadencia y degeneración les aplica los calificativos de evolución, desarrollo y progreso".

"Nosotros los Gnósticos no negamos la Ley de la Evolución, esta Ley existe , lo malo, lo equivocado, es atribuirle a esta Ley factores y principios equivocados o falsos."

"La Autorrealización íntima del Hombre no es el resultado de ninguna Mecánica, la Evolución es una Ley Mecánica como lo es la Involución".

"Todo Evoluciona e Involuciona, sube y baja, crece y decrece, va y viene, fluye y refluye; en todo existe un sístole y un diástole, de acuerdo con la Ley del Péndulo".

"La autorrealización íntima del hombre, no puede ser jamás el producto de ninguna Ley mecánica, sino el resultado de un trabajo consciente, hecho sobre sí mismo y dentro de sí mismo, a base de tremendos super-esfuerzos, comprensión de fondo y sufrimientos intencionales y voluntarios".

"En apoyo de la ley de la involución o retroceso viene el Bhagavad-Guitá diciendo: ...a ellos, los malvados, crueles y degradados les arrojo, perpetuamente en los vientres Asúricos (demoníacos), para que nazcan en estos mundos (mundos infiernos)."

"Quienes descienden por la espiral de la vida cae en matrices demoníacas durante varias vidas antes de ingresar a los mundos infiernos de la naturaleza, situados por el Dante, dentro del interior del organismo terrestre".

"La última etapa de la involución infernal es el estado fósil, después viene la desintegración de los perdidos. Lo único que se salva de toda esa tragedia, lo único que no se desintegra es la esencia, el Buddhata, esa fracción de alma humana que el pobre animal intelectual carga dentro de sus cuerpos lunares". 

viernes, 16 de marzo de 2012

RETORNO Y RECURRENCIA

"Todo fluye y refluye, va y viene, sube y baja, en todo existe un sístole y una diástole. Los astros en el firmamento y los átomos en la molécula retornan siempre al punto de partida.
Las leyes de Retorno, Recurrencia y Ritmo gobiernan inteligentemente la vida y la muerte, el flujo y el reflujo, y los incesantes cambios y movimientos de la Naturaleza.
La gran maquinaria de la Naturaleza está gobernada por Leyes Inteligentes...
De acuerdo con las leyes del Ritmo todo tiene que retornar al punto de partida.
De acuerdo con las leyes de la Recurrencia todo vuelve a ocurrir tal como ocurrió.
Las leyes del Ritmo son matemáticas y las leyes de Retorno y Recurrencia son también matemáticas.
Todo en la Naturaleza funciona de acuerdo con las leyes de Número, Medida y Peso. El acaso no existe.
Los astrónomos pueden calcular matemáticamente el retorno de los soles y de los planetas. Sabemos con exactitud que cada tres meses cambian las estaciones; tres meses para la primavera, tres para el verano, tres para el otoño y tres para el invierno.
En forma rítmica todo se repite, todo vuelve a ocurrir tal como ya ocurrió. Recordemos que el reloj es redondo, recordemos que el tiempo es redondo, y que las horas van y vienen repitiéndose siempre rítmicamente, retornando las manecillas siempre a los mismos números del horario.
Si realmente queremos conocer las conexiones mutuas de todos los organismos y de todas las cosas en su forma realmente substancial y no únicamente accidental, necesitamos estudiar las leyes del Ritmo, Retorno y Recurrencia.
El hombre, -o para hablar con más exactitud- el animal intelectual en última síntesis es energía, y esto no lo puede negar la física nuclear.
Ya está totalmente demostrada la conservación de la energía, realmente la energía se transforma, pero no se destruye.
El animal intelectual perece, es perecedero; pero el "yo" energético, por el hecho mismo de ser una suma de valores energéticos de la Naturaleza, no puede perecer con la muerte del cuerpo físico y continúa en el tiempo.
Si todo retorna, el "yo" también retorna y si todo se repite, es claro que el "yo" vuelve a repetir el drama de la existencia. Esta es la Ley de Recurrencia: todo vuelve a ocurrir tal como sucedió más los resultados.
Desde el átomo hasta el Sol, y desde el protozoo hasta el hombre, toda suma de valores energéticos está sometida a las leyes del Retorno, Recurrencia y Ritmo.
Es imposible conocer realmente la mutua conexión intrínseca de todos los seres y de todos los pueblos en su entronque verdadero y concatenación auténtica, si jamás hemos estudiado las leyes del Ritmo, Retorno y Recurrencia.
Es imposible establecer un orden social perfecto si no comprendemos profundamente las Leyes de la Naturaleza".
Simplicio, citado por Ouspensky, escribió: "Los pitagóricos dijeron que las mismas cosas se repiten una y otra vez".
En conexión con esto es interesante observar las palabras de Eudemo, discípulo de Aristóteles (en el libro tercero de la Física). Él dice:
"Algunas personas aceptan y algunas otras personas niegan que el tiempo se repite. La repetición se entiende en diversos sentidos. Una clase de repetición puede suceder en el orden natural de las cosas, como la repetición de los veranos, de los inviernos y otras estaciones, en que una nueva viene después que otra ha desaparecido; a este orden de cosas pertenecen los movimientos de los cuerpos celestes y los fenómenos producidos por ellos, tales como los solsticios y los equinoccios, que son producidos por el movimiento del Sol.
Pero si debemos creer a los pitagóricos, existe otra clase de repetición. Eso quiere decir que yo os hablaré y me sentaré exactamente así y tendré en mi mano el mismo palo, y todo será igual que ahora; y el tiempo, como es de suponer, será el mismo, porque si los movimientos de los cuerpos celestes y de muchas otras cosas son los mismos, lo que ocurrió antes y lo que ocurrirá después es también lo mismo. Esto se aplica también a la repetición, que es siempre la misma. Todo es lo mismo".
Un análisis a fondo sobre el Budismo, nos lleva a la conclusión de que el Buda enseñó la Ley de Recurrencia en su doctrina sobre las existencias sucesivas. A la Ley de la Recurrencia expuesta magníficamente por Eudemo en los precedentes párrafos, nosotros sólo tenemos que añadirle la espiral que según Pitágoras es la curva de la vida.
El tiempo es redondo, cíclico, y todo se repite ya en espiras más elevadas, ya en espiras más bajas. Resulta interesante y doloroso al mismo tiempo, la repetición incesante de los mismos dramas, de las mismas escenas, de los mismos acontecimientos en cada una de las existencias que por Ley Cósmica se asignan a las Esencias humanas.
Un hombre es lo que es su vida. Si un hombre no modifica nada dentro de sí mismo, si no transforma radicalmente su vida, si no trabaja sobre sí mismo, está perdiendo el tiempo miserablemente .
Un hombre muere y los angustiosos momentos de su agonía, sus últimos instantes y realizaciones, sus últimas sensaciones y sus últimas penas, se encuentran íntimamente asociadas a los goces del amor que originan el nuevo nacimiento. La nueva existencia comienza exactamente en las mismas condiciones que la anterior y es claro que no puede comenzar en ninguna otra condición.
La muerte es el regreso al comienzo mismo de su vida con la posibilidad de repetirla nuevamente. Al renacer en este valle de lágrimas, el pasado se convierte en futuro de acuerdo a la Ley de Recurrencia. La vida de cada uno de nosotros, con todos sus tiempos, es siempre la misma -de existencia en existencia a través de los innumerables siglos-.
La vida de cada uno de nosotros en particular es la película viviente que al morir nos llevamos a la eternidad. Cada uno de nosotros se lleva su película y la vuelve a traer para proyectarla otra vez en la pantalla de una nueva existencia. La repetición de dramas, comedias y tragedias, es un axioma fundamental de la Ley de Recurrencia.
En cada nueva existencia se repiten las mismas circunstancias. Los actores de tales escenas siempre repetidas son las gentes que viven en nuestro interior, los "yoes psicológicos". Si desintegramos esos actores, esos "yoes" que originan las repetidas escenas de nuestra vida, entonces la repetición de tales circunstancias se haría algo más que imposible. Obviamente sin actores no pueden haber escenas, esto es algo irrebatible, irrefutable.
Reflexionemos seriamente sobre la Ley de Recurrencia o repetición de escenas en cada retorno; descubriremos por Auto-observación intima los resortes secretos de esta cuestión. Si en la pasada existencia a la edad de 25 años tuvimos una aventura amorosa es indudable que el "yo" de tal compromiso buscará a la dama de sus ensueños a los 25 años de la nueva existencia. Si la dama en cuestión entonces solo tenía 15 años, el "yo" de tal aventura buscará a su amado en la nueva existencia a la misma edad justa. Resulta claro comprender que los dos "yoes", tanto el de él como el de ella, se buscarán telepáticamente y se reencontrarán nuevamente para repetir la misma aventura amorosa de la pasada existencia.
Dos enemigos que a muerte pelearon en la pasada existencia, se buscarán otra vez en la nueva existencia para repetir su tragedia a la edad correspondiente. Si dos personas tuvieron un pleito de bienes raíces a la edad de 40 años en la pasada existencia, a la misma edad se buscarán telepáticamente en la nueva existencia para repetir lo mismo.
Dentro de cada uno de nosotros viven muchas gentes ("yoes") llenas de compromisos, eso es irrefutable. Un ladrón carga en su interior una cueva de ladrones con diversos compromisos delictuosos. El asesino lleva dentro de sí mismo un club de asesinos y el lujurioso porta en su psiquis una casa de citas. Lo grave de todo esto es que el intelecto ignora la existencia de tales gentes o "yoes" dentro de sí mismo y tales compromisos que fatalmente se van cumpliendo. Todos estos compromisos de los "yoes" que dentro de nosotros moran, se suceden por debajo de nuestra razón.
Son hechos que ignoramos, cosas que nos suceden, acontecimientos que se procesan en el subconsciente e inconsciente. El animal intelectual, equivocadamente llamado hombre, no puede cambiar las circunstancias, todo le sucede, como cuando llueve, o como cuando truena; tiene la ilusión de que hace, pero no tiene poder para hacer, todo se sucede a través de él, todo es fatal, mecánico. Sólo el Ser puede hacer, sólo el Ser puede originar nuevas circunstancias, sólo el Ser puede cambiar todo este orden de cosas, pero el animal intelectual no tiene encarnado al Ser. Nuestra personalidad es tan solo el instrumento de distintas gentes ("yoes"), mediante el cual cada una de esas gentes cumple sus compromisos.
En este valle de amarguras existen hombres máquinas de repetición absoluta, tipos mecanicistas ciento por ciento, sujetos que repiten hasta los más insignificantes detalles de sus existencias precedente, casos concretos de Egos que retornan durante muchos siglos en el seno de una misma familia, ciudad y nación. Esos son los que debido a la incesante repetición de lo mismo pueden decir, por ejemplo: me casaré a los 30 años, tendré una mujer de tal color, de tal estatura, tantos hijos, mi padre morirá a tal edad, mi madre a tal otra edad, mi negocio fructificará o fracasará, etc., y es claro que todo viene a suceder con exactitud asombrosa. Son personas que se saben su papel a fuerza de tanto repetirlo, que no lo ignoran, y eso es todo.
Entran en este asunto también los "niños prodigio" que tanto asombran a las gentes de su época; por lo común, se trata de Egos que ya saben su oficio de memoria y que al retornar lo hacen de maravilla desde los primeros años de su infancia.
En esta tierra del Samsara (mundo fenoménico) se reincorporan constantemente sujetos de repetición variada, que reviven sus existencias precedentes ya en espiras más elevadas, ya en espiras más bajas. Existe también en nuestro interesantísimo mundo cierto tipo de gentes con tendencia creciente a la degeneración, que marchan resueltamente por el espiral descendente; estos son los borrachos, los suicidas, los homosexuales, las prostitutas, los drogadictos, los asesinos, etc. Esta clase de gentes repiten en forma más y más descendente en cada existencia sus mismos delitos, hasta que al fin entran a los Mundos Infiernos.
En aparente y brillante contraste con ese tipo de vía de descenso o fracaso, pero en posición igualmente abominable, se encuentran los caballeros del alto mundo, los grandes triunfadores que adoran a la Gran Ramera, los multimillonarios, los científicos perversos que inventan armas destructivas, los tenebrosos secuaces de la dialéctica materialista que le quitan a la humanidad sus valores eternos, los fanáticos del deporte, los vanidosos batidores de récords, los cómicos que juegan con el monstruo de las mil caras (el público), las famosas estrellas de cine, que justifican todos sus adulterios con innumerables matrimonios y divorcios, los artistas degenerados de la nueva ola, los bailarines de rock, los fundadores de sectas perjudiciales, los escritores de libros pornográficos, los escépticos de todo tipo, etc., etc., etc.
El tipo de triunfador está hipnotizado por el éxito y ese es precisamente su mayor peligro, ignoran que están bajando por la espiral descendente y entran a los Mundos Infiernos embriagados por el triunfo. El tipo de triunfador sabe con exactitud lo que tiene que hacer cada vez que retorna a este escenario del mundo y repite siempre sus mismas aventuras.
Es asombrosa la Ley de Recurrencia. Las personas normales, comunes y corrientes, repiten siempre sus mismos dramas, los cómicos una y otra vez en cada una de sus existencias sucesivas repiten sus mismas payasadas, los perversos se reincorporan continuamente para repetir incesantemente las mismas tragedias. Todos estos eventos propios de las existencias repetidas van siempre acompañados de las buenas o malas consecuencias, de acuerdo con la Ley de Causa y Efecto. Cada existencia es una repetición de la pasada más sus consecuencias kármicas buenas o malas, agradables o desagradables.
Volverá el asesino a verse en la horripilante ocasión de asesinar, mas será asesinado; volverá el ladrón a verse con la misma oportunidad de robar, pero será metido en la cárcel; sentirá el bandido el mismo deseo de correr, de usar sus piernas para el delito, pero no tendrá piernas, nacerá inválido o las perderá en cualquier tragedia; querrá el ciego de nacimiento ver las cosas de la vida, aquellas que posiblemente le condujeron a la crueldad, etc., pero no podrá ver; amará la mujer al mismo marido de la existencia anterior, a aquel que posiblemente abandonó en el lecho de enfermedad para irse con cualquier otro sujeto, mas ahora el drama se repetirá a la inversa y el sujeto de sus amores partirá con otra mujer, dejándola abandonada. Así amigos, así trabaja la Ley de Recurrencia incesantemente.
Por debajo de nuestra capacidad cognoscitiva suceden muchas cosas. Desgraciadamente, ignoramos lo que por debajo de nuestra pobre razón sucede.
Salir de esta desgracia, de esta inconsciencia, del estado tan lamentable en que nos encontramos, sólo es posible muriendo en sí mismos.
Así pues, la Ley del Eterno Retorno de todas las cosas se combina siempre con la Ley de Recurrencia. Los egos retornan incesantemente para repetir dramas, escenas, sucesos, aquí y ahora. El pasado se proyecta hacia el futuro a través del callejón del presente.
Reencarnación es muy diferente. La doctrina del Gran Avatara Krisna enseña que sólo los dioses, semidioses, reyes divinos, Titanes y Devas se reencarnan.
La palabra Reencarnación es muy exigente; no se debe usar de cualquier manera: nadie podría reencarnificarse sin haber antes eliminado el Ego, sin tener de verdad una Individualidad Sagrada. Reencarnación es una palabra muy venerable; significa de hecho la reincorporación de lo divinal en un hombre, una nueva manifestación de lo divino...
De ninguna manera exageramos conceptos al enfatizar la idea trascendental de que la Reencarnación solo es posible para aquellos que ya lograron en cualquier ciclo de manifestación la unión gloriosa con la Super Alma.
Absurdo sería confundir la Reencarnación con el Retorno. Sería caer en un desatino de la peor clase afirmar que el Ego -legión de yoes tenebrosos, siniestros e izquierdos- pueda reencarnarse.

P.- Maestro, un país que fue afectado por la violencia tanto tiempo ¿se debe a la Ley de Recurrencia?
R.- Obviamente, la violencia de las multitudes en ese país fue la repetición de violencias similares ocurridas en un pasado caótico; piénsese en las guerras civiles ocurridas en épocas anteriores a la sucedida violencia, guerras de partidos políticos de derecha e izquierda repitiéndose en el presente como resultado del pasado. He ahí la Ley de Recurrencia.
P.- Maestro, si una persona ha sido correcta, se ha comportado como todo un ciudadano en el cumplimiento de sus deberes, ¿cómo operaría en él la Ley de Recurrencia en el próximo retorno?
R.- Amigos, amigos, no me digan ustedes que ese fulano haya sido un dechado de virtudes, un pozo de santidad. Por magnífico ciudadano que haya sido, tuvo sus muy humanos errores, sus escenas, sus dramas, etc., y es claro que de todo estoy hay repetición en su nueva existencia, mas las consecuencias. Así es como opera la Ley de Recurrencia.
P.- Venerable Maestro, hay cierta confusión en cuanto a la relación entre la Ley del Karma y la Ley de Recurrencia, porque tengo el concepto de que con la terminación del Karma se terminaría la Ley de Recurrencia. ¿Quisiera aclararme ese punto?
R.- Amigos, en modo alguno puede existir confusión entre las Leyes del Karma y Recurrencia, puesto que ambas son lo mismo con diferentes nombres. Indudablemente, el Karma trabaja sobre bases firmes, no es sino un efecto de la causa que nosotros mismos sembramos; por lo tanto, tiene que repetirse el hecho en sí mismo más los resultados buenos o malos.
P.- Maestro, personas que aparentemente no han hecho mal a nadie sufren de carencias económicas. ¿Tiene esto que ver con la Ley de Recurrencia?
R.- Distinguidos amigos, señores y señoras, el Padre que está en secreto puede estar cerca de nosotros o lejos. Cuando el hijo anda mal, el Padre se aleja y entonces aquel cae en desgracia, sufre por falta de dinero, pasa terribles necesidades, no se explica por sí mismo el motivo de su miseria. Ostensiblemente, tales personas creen no haber hecho mal a nadie; si estos recordaran sus existencias anteriores podrían evidenciar por sí mismos el hecho concreto de que anduvieron por pasos perdidos, posiblemente se entregaron al alcohol, a la lujuria, al adulterio, etc.
El Padre que está en secreto, nuestro propio Espíritu Divino, puede darnos o quitarnos. El sabe muy bien lo que merecemos, y si no tenemos actualmente dinero es porque El no quiere dárnoslo, nos castiga para nuestro bien. "Bienaventurado el hombre a quien Dios castiga". El Padre que quiere a su hijo le castiga siempre para su bien. En el caso concreto de esta pregunta, la víctima de los sufrimientos, repetirá las escenas del pasado más las consecuencias: pobreza, dolor, etc., etc.
P.- Maestro, ¿cuáles son los que están libres de la Ley de Recurrencia?
R.- Mirad la Ley de Recurrencia en sus aspectos superiores e inferiores de la Gran Vida. Podemos aseverar solemnemente que sólo quedan libres de la Ley de Recurrencia aquellos que logran cristalizar en su naturaleza íntima las Tres Fuerzas Primarias del Universo. El Sagrado Sol Absoluto quiere cristalizar en cada uno de nosotros esas Tres Fuerzas Primarias, colaboremos con El y sus santos designios y quedaremos para siempre libres de la Ley de Recurrencia.