A la luz del conocimiento
gnóstico, hemos podido evidenciar que el hombre racional no es ni más ni menos
que una máquina programada.
Es una máquina porque no tiene
libertad, funciona únicamente por múltiples y variadas influencias interiores y
choques exteriores.
Lo más grave es que no quiere
darse cuenta de que realmente es una máquina.
Imaginad por un momento un
muñeco automático controlado por un complejo mecanismo. Imaginad que ese muñeco
tiene vida, se enamora, habla, camina, desea, hace guerras, etc.
Imaginad que ese muñeco puede
cambiar de dueños a cada momento.
Debéis imaginar que cada dueño
es una persona distinta y que tiene su propio criterio, su propia forma de
divertirse, sentir, vivir, etc, etc.
Un dueño cualquiera queriendo
conseguir dinero apretará ciertos botones y entonces el muñeco se dedicará a
los negocios; otro dueño, media hora después, tendrá una idea diferente y
pondrá a su muñeco a bailar y a reír; un tercero lo pondrá a pelear; un cuarto
lo hará enamorar de una mujer; un quinto lo hará enamorar de otra; un sexto lo
hará pelearse con un vecino y crearse un problema de policía y un séptimo lo
hará cambiarse de domicilio. En conclusión, el hombre actual es un pobre títere
parlante con memoria y vitalidad, un muñeco viviente que tiene la tonta ilusión
de que puede hacer, cuando en realidad de verdad nada puede hacer.
Quien de verdad quiere dejar de
ser un simple muñeco mecánico, tiene que empezar por admitir y comprender su propia
mecanicidad.
El “Animal Intelectual”
falsamente llamado hombre es una máquina que no tiene individualidad alguna, no
posee el Ser, sólo el Ser Verdadero tiene el poder de hacer.
Quien de verdad quiere dejar de
ser un simple muñeco mecánico, debe eliminar cada una de esas entidades que
lleva dentro de sí mismo y que en su conjunto constituyen el Yo, cada una de
esas entidades son las que juegan con la máquina humana.
UNA MÁQUINA ESPECIAL CON CINCO CENTROS MARAVILLOSOS PERO MANEJADOS POR
EL “YO”
El animal intelectual es una
máquina, pero una máquina muy especial. Si esta máquina llega a comprender que
es máquina, si es bien conducida y si las circunstancias se lo permiten, puede
dejar de ser máquina y convertirse en hombre.
El organismo de este bípedo-tricerebrado
equivocadamente llamado hombre, es una máquina preciosa, con cinco centros
psico-fisiológicos maravillosos.
El orden de dichos centros es
el siguiente: Intelectual, Motor, Emocional, Instintivo y Sexual.
EL INTELECTUAL: Situado en el
cerebro.
EL MOTOR: Situado en la parte
superior de la espina dorsal.
EL EMOCIONAL: Situado entre el
plexo solar y los centros específicos nerviosos del gran simpático (altura del
ombligo).
EL INSTINTIVO: Situado en la
parte inferior de la espina dorsal.
EL SEXUAL: Situado en los
órganos creadores.
Citaremos a otros dos más que
son de tipo superior que por lo común no es utilizado.
EL EMOCIONAL SUPERIOR: Situado en el corazón.
EL MENTAL SUPERIOR: Situado en el cerebelo.
El Yo, el Ego, el Mí Mismo, ha
ido tomando el dominio de los centros del hombre, hasta llegar a convertirlos
en una máquina humana.
Estos defectos o yoes, se
manifiestan a través de todos los centros, entrando por el centro intelectual
por medio de las impresiones, pasando luego al centro respectivo, ya sean de
tipo sexual, de movimiento, emocionales, instintivas, etc.
Los dos centros superiores no pueden ser
controlados por el Yo porque estos corresponden al Ser, y el Ser no puede ser
manejado por los Yoes.
Todo aquel que quiera disolver
el Yo debe estudiar su funcionalismo en los cinco centros inferiores.
Lo importante y urgente es
comprender las acciones y reacciones de la máquina humana.
En la vida práctica, dos
personas reaccionan ante una representación en forma diferente.
Lo que es agradable para una
persona puede ser desagradable para otra.
La diferencia está en que
muchas veces una persona puede ver y jugar con la mente y otra puede ser tocada
en sus sentimientos.
Una cosa es la mente y otra el
sentimiento.
Debemos aprender a diferenciar
la mente del sentimiento.
En la mente existe todo un
juego de acciones y reacciones que deben ser comprendidos.
En el sentimiento existen
afectos que deben ser sacrificados, emociones que deben ser comprendidas y
estudiadas cuidadosamente y en general, todo un mecanismo de acciones y
reacciones que fácilmente se confunden con la actividad de la mente.
Es necesario saber que cada uno
de los cinco cilindros de la máquina, posee sus características propias que
jamás debemos confundir.
El Centro sexual es extraordinariamente
sutil y veloz merced a su fina energía, la mayor parte de sus manifestaciones
tienen lugar en un nivel molecular, donde los impulsos son transmitidos miles
de veces más rápidos que los de la mente.
La idea del amor a primera
vista, de ocurrir realmente, está basada en el hecho concreto de que en ciertos
casos la función sexual, puede saber instantáneamente si existe o no existe
afinidad sexual, con una persona determinada del sexo opuesto en un instante
dado.
Existe una enorme diferencia de
velocidad entre cada uno de los Cinco centros de la máquina.
Estudiando en nosotros mismos,
auto-observándonos veremos a simple vista que el movimiento es más veloz que el
pensamiento y que la emoción es más rápida que cualquier movimiento.
Los Centros Motor e Instintivo
son treinta mil veces más rápido que el Centro Intelectual.
El Centro Emocional cuando
trabaja a la velocidad que le es propia, es treinta mil veces más rápido que
los centros motor e instintivo.
El más rápido de todos es el
Centro Sexual, dentro del Centro Sexual existen infinitas posibilidades que
desarrolladas pueden convertirnos en ángeles o en diablos.
Los diversos centros tienen
cada uno su tiempo completamente distinto.
REPASO:
Repasemos, por separado, cada
uno de nuestros centros:
CENTRO INTELECTUAL:
Está relacionado con todos los
procesos del razonamiento, del pensamiento en general. Es el centro más lento y
por ende, se manifiestan a través de él, infinidad de yoes generalmente
relacionados con la fantasía. Debemos poner coto a la infinidad de pensamientos
que nos asaltan constantemente, impidiéndonos la mejor concentración en los
diferentes actos de nuestra vida. El desgaste excesivo de la energía de este
centro ocasiona trastornos psíquicos y físicos, que en última instancia se
convierten en locura, esquizofrenia, histeria, etc. Se debe equilibrar la
lectura con la acción del centro motor y emocional: caminar, respirar
profundamente, escuchar música suave, etc. Su base está en el cerebro.
El centro Intelectual superior
se manifiesta en el pensar objetivo.
CENTRO MOTOR:
Necesitamos auto-descubrirnos y
comprender a fondo nuestros hábitos. No debemos permitir que nuestra vida siga
desenvolviéndose mecánicamente. Parece increíble que nosotros, viviendo dentro
de los moldes de los hábitos, no conozcamos esos mismos moldes que condicionan
nuestra vida. Necesitamos comprender nuestros hábitos de vestir, hablar, andar,
sentar, etc.
Los hábitos pertenecen al
centro del movimiento. El abuso de la actividad de este centro conlleva al
deterioro del cuerpo físico. La práctica equilibrada del deporte, así como los
movimientos rítmicos nos ayudan a equilibrar dicho centro cuya base está, como
se ha dicho, en la parte superior de la columna vertebral.
CENTRO EMOCIONAL:
Dos personas reaccionan ante
una representación de forma diferente. Lo que es agradable para una persona, es
desagradable para otra, todo depende de cómo se canalice la impresión recibida
del mundo exterior. El centro emocional es nuestra antena receptora de todas
las impresiones provenientes del exterior. Debemos evitar las impresiones
nefastas provenientes de la música arrítmica y altisonante, y conversaciones
morbosas y violentas. Las emociones negativas se estimulan con el cine y la
televisión en las proyecciones de películas violentas, pornográficas, etc. Los
sentimentalismos pertenecen a este centro.
Podemos desarrollar el Centro
Emocional Superior escuchando a un Mozart o, por ejemplo, contemplado la
Naturaleza, obras de arte, etc y, evidentemente, eliminando a nuestros deseos y
emociones de tipo negativo o inferior.
La base del centro emocional
está en el corazón y el plexo solar.
CENTRO INSTINTIVO:
Está relacionado con todos los
procesos de asimilación físico-químicos, la degustación, digestión, circulación
de la sangre, etc... Además existen los instintos de conservación, instinto
sexual, etc; existen también muchas perversidades del instinto. En todo Ser
Humano existen fuerzas sub-humanas instintivas que paralizan el verdadero
espíritu de amor y caridad. Esas fuerzas inferiores deben ser comprendidas y
eliminadas. Son fuerzas bestiales, instintivas, criminales; lujuria, cobardía,
miedos, etc. Su capital está situada en la base de la columna.
CENTRO SEXUAL:
Localizado en los órganos
sexuales trabaja con la energía sexual, que es la energía más poderosa de
todas.
El sexo puede liberar o
esclavizar al hombre. Necesitamos trascender la mecánica del sexo; abusar de él
nos lleva a la pérdida de nuestros valores físico-cosmológicos. Dicho centro es
el asiento de nuestra vida física. Su base está en los órganos sexuales.